📮Posdata #4: Le pedí a ChatGPT que escribiera una carta haciéndose pasar por mí
Y se la corrijo como si fuese un alumno de mis talleres. Algunas conclusiones acerca del uso de la Inteligencia Artificial en la escritura y qué podemos aprender de ella para escribir mejor.

Hasta hace una semana, jamás había usado ChatGPT ni ningún otro chat de IA (inteligencia artificial). Estaba negada. En estos últimos meses, cada vez más personas me empezaron a decir “le pregunté tal cosa a ChatGPT” o “buscalo en ChatGPT” y yo pensaba: pero qué puede saber ese robot. Al mismo tiempo, empecé a tener curiosidad por ese oráculo sin cuerpo al que, en teoría, se le puede pedir cualquier cosa y todo lo responde. La IA es algo que me intriga, me fascina y me aterroriza al mismo tiempo1. La semana pasada me estaba costando mucho escribir la Carta virtual del mes y pensé: voy a pedirle a ChatGPT que la escriba, a ver qué onda. Si sale una carta buena va a ser terrible porque significaría que me quedé sin trabajo y que ya no tiene sentido sentarme a escribir. Si sale una carta mala también va a ser terrible porque significa que tengo que sentarme a escribir aunque no tenga ganas. Así que entré al chat y le pedí que escribiera una carta virtual con el estilo de Aniko Villalba. Esto fue lo primero que me devolvió.